La bancarrota de American Airlines ha causado que muchos en la industria se pregunten si el futuro le depara una fusión. La aerolínea US Airways (cuya gerencia tiene un historial de ofertar con el fin de adquirir compañías más grandes que están en quiebra), confirmó que contrató a asesores de inversión para sopesar las oportunidades presentadas por la reorganización por bancarrota de AMR Corp., la empresa matriz de American Airlines.

Doug Parker, el CEO de US Airways, le dijo la semana pasada a un grupo de analistas que la necesidad de consolidar la industria aérea no es tan apremiante hoy como lo fue en el pasado, pero admitió que US Airways “siempre estuvo interesada” en estudiar ese tipo de oportunidades.

También Delta Air Lines contrató a sus propios asesores de inversión de la firma Blackstone Group para estudiar una oferta de adquisición de AMR, según reportó el diario Wall Street Journal, pero ni Delta ni Blackstone lo han confirmado.

La amenaza de una fusión es uno de los factores que preocupan a los sindicatos de American, los cuales han iniciado negociaciones en torno a la reciente propuesta de la compañía de eliminar 13,000 empleos de los 88,000 puestos en su nómina. Jim Little, presidente del Sindicato de Trabajadores del Transporte, una asociación que representa a 26,000 operarios de AMR, dijo que sus miembros están preocupados por la posibilidad de una fusión, indicando que sería un “proceso angustioso”.

Little dijo que las declaraciones de Tom Horton, CEO de AMR, en relación a que desea que la compañía se mantenga operando de forma independiente, consuelan poco a los empleados. “Tal vez eso esté fuera de su control en este proceso”, señaló. Horton, a su vez, intentó desestimar la amenaza de una oferta hostil para adquirir AMR. “Habrá mucha especulación sobre fusiones y adquisiciones.

Siempre la ha habido, siempre la habrá en estas situaciones”, indicó el CEO durante una conferencia de prensa convocada el martes pasado. Pero señaló que ese tipo de acuerdos son raros durante un proceso de bancarrota. De hecho, las ofertas públicas de adquisición hostiles suelen fracasar en la industria de las aerolíneas.

La oferta de US Airways por la entonces quebrada Delta fue finalmente descartada, aparte, AMR tiene más dinero que casi todas las compañías en bancarrota: 4,100 millones de dólares (mdd) en efectivo disponible en el momento en que se acogió a la bancarrota el 29 de noviembre. “American fue a la quiebra con una enorme cantidad de dinero que les permitirá gestionar su bancarrota. No veo por qué querrían asociarse con alguien,” explica Jim Corridore, analista del sector en Standard & Poor’s.

En opinión de Ray Neidl, analista de la industria aérea en la firma Maxim Group, AMR no es una propiedad atractiva para una adquisición, dada su desventaja en materia de costos.

Él cree que si fracasa en sus esfuerzos por recuperarse, probablemente se venda en trozos o sea obligada a una liquidación. Con todo, Neidl considera que la reducción de costos por 2,000 mdd planteada el martes por la gerencia podría hacer que la aerolínea vuelva a ser competitiva y, entonces sí, convertirse en un atractivo blanco para una fusión.

Otros analistas coinciden en que American podría estar en condiciones de llegar a un acuerdo de venta, asumiendo que su plan de reorganización sea aprobado en el proceso de bancarrota. Y en la industria aérea, las bancarrotas y las fusiones suelen ir de la mano. En 2005, America West compró a la quebrada US Airways.

Luego Delta adquirió a Northwest Airlines en 2008 poco después de que ésta cayera en bancarrota. Y el año pasado United, que también atravesó la quiebra, compró Continental para conformar United Continental. American, que fue la aerolínea más grande del mundo, ha caído al tercer puesto tras quedarse al margen mientras sus rivales se unían. Su última compra fue la adquisición de la quebrada TWA en el año 2001.

Autor: CNN Expansion

Fuente: www.cnnexpansion.com