Foto: Enos Moura Filho

Más de 1.700 aviones comerciales estadounidenses ya tienen acceso a Internet durante el vuelo y el uso de la conexión durante los trayectos está creciendo. A finales de 2010, sólo el 4% de los pasajeros se conectaba a la red un año después la cifra es del 8%, según El Mundo.

La cifra sube bastante cuando se estudian lo que Virgin Atlántic llama vuelos “nerd”, es decir, los que unen los principales centros tecnológicos de Estados Unidos como Nueva York, Boston o San Francisco. En esos casos casi una cuarta parte del pasaje se conecta a el servicio, que por ahora ofrece casi en exclusiva GoGo. La tecnología de GoGo es la que utiliza estaciones en tierra para enviar y recibir la información desde el avión. Esto limita el servicio exclusivamente a vuelos domésticos sobre el territorio norteamericano.

Los precios varían según la duración del trayecto y el tipo de dispositivo que se conecte pero el coste de conexión de un trayecto entre Nueva York y San Francisco (seis horas) es de unos 13 dólares, por ejemplo. La velocidad es comparable a la de una conexión 3G muy básica y hay algunas limitaciones. Las imágenes, por ejemplo, se sirven mucho más comprimidas.

En general no es la mejor experiencia de Internet posible pero cuando estás encerrado en un avión durante todo ese tiempo cualquier alternativa es bienvenida, según Gadgetoblog de El Mundo. La mayor fragmentación y las regulaciones locales hacen complicado replicar este mismo servicio en Europa, así que las aerolíneas sólo tienen la alternativa de la conexión por satélite, que tradicionalmente ha sido mucho más cara. Varias van a comenzar a ofrecer este servicio a lo largo de 2012, con la ventaja de que también será posible conectarse en vuelos intercontinentales.

British Airways, Lufthansa y Emirates son algunas de las que se han lanzado, pero en principio sólo para los vuelos más largos, no para trayectos locales. A la hora de acceder a la red en el aire, el precio suele ser la mayor barrera. Según In-Stat la mayoría de los usuarios en Estados Unidos considera que el precio debería ser la mitad del que se ofrece actualmente para resultar atractivo y en trayectos cortos pocos ven la necesidad de contratar la conexión.

Fuente: www.preferente.com