Foto: Enos Moura Filho

Gracias a las diversas ventajas que los biocombustibles proporcionan a la industria aérea, es que el interés por la utilización de este recurso crece a enormes pasos a nivel mundial. Patricio Sepúlveda, Vicepresidente Regional para Latinoamérica y El Caribe de de IATA nos cuenta sobre los desafíos y avances en esta materia.

¿Qué rol juega hoy para la industria aérea el tema del cuidado del medio ambiente, por qué ha pasado a encabezar la agenda mundial?

El tema ambiental es de gran importancia para el transporte aéreo tanto a nivel regional como mundial. La aviación ha demostrado un compromiso y liderazgo al ser la única industria a nivel global que ha decidido auto-regularse en pro del medio ambiente, imponiéndose a sí misma metas globales, agresivas y a la vez desarrollando medidas efectivas y con plazos claros para alcanzarlas a través de una estrategia basada en cuatro pilares: Inversión en nuevas tecnologías, volar de manera más eficiente, uso y construcción de infraestructura eficiente y finalmente el uso de medidas económicas efectivas.

¿Qué beneficios trae el biocombustible para la aviación de la región?

El biocombustible es sin duda el combustible del futuro, por eso es allí donde estamos apuntando hoy. Queremos acercar y acelerar la llegada de ese futuro y hacer los viajes con biocombustible una realidad. Para ello, estamos solicitando el fuerte apoyo de los distintos gobiernos con el fin de lograr una producción y distribución sostenible y a precios competitivos. Esto toma vital relevancia, si consideramos el objetivo de la industria aeronáutica de alcanzar un crecimiento neutral de las emisiones de carbono para el año 2020.

¿Qué se ha hecho en Chile y en la región en este tema?

Las líneas aéreas se vienen preocupando hace años por este tema, por ejemplo ya se han realizado pruebas con pasajeros en México y en nuestro país. Sin embargo, la inquietud principal está en la cadena de producción y distribución y sobre todo en su costo, ya que actualmente resulta mucho más cara su utilización y hay muy poco acceso a él.

Entonces sería el factor precio el que impide por ahora hacer de este combustible algo viable para la aviación

Indudablemente el precio es un factor muy importante. Hace dos años cuando el barril de petróleo bordeaba los USD200 el precio del biocombustible se estimaba por debajo de él y era muy competitivo. Hoy el barril de petróleo está alrededor de los USD105 lo que hace que la producción de biocombustible no sea realmente atractiva. Pero también hacen falta políticas claras de los gobiernos y que definan el área de competencia que debe regular este tema. Asimismo, se requieren medidas que incentiven su inversión para que lleven a la industria petrolera a considerar seriamente su elaboración.

Dicen que el suelo de Latinoamérica es muy rico para generar biocombustible, lo que podría impulsar las economías y con ello el desarrollo de los países, ¿qué hay de cierto en eso?

Un factor importante de los biocombustibles de 2ª generación es que se producen a partir de materia prima que se puede cultivar en suelos degradados y que no son productivos para cultivo de alimentos. Existen ejemplos como el de México donde se están desarrollando programas de lucha contra la pobreza a través de siembra de jatropha (materia prima de biocombustible) en tierras no aptas para otros cultivos, por lo tanto, es absolutamente factible de realizar y sin competir con la producción de otros productos orgánicos como alimentos.

¿Qué medidas está impulsando IATA en el tema del biocombustible?

IATA ha realizado un llamado continuo a los gobiernos para que desarrollen políticas claras y coherentes. Al igual que a los productores y distribuidores de hidrocarburos para que adopten un compromiso serio frente a los biocombustibles.

Fuente: Revista En Vuelo de ACHILA /www.achila.cl